domingo, 28 de abril de 2013

Nadia Night


Mi vida no solía ser normal.

Era la capitana del equipo de fútbol de mi instituto. Reconozco que era algo extraña. No me parecía a las demás chicas. No me gustaba hacer las cosas que hacían las demás chicas. Odiaba pintarme, salir, vestirme con falditas con las que se te veía medio muslo o llevar tops cuyo escote llegaba casi al ombligo.
Otra gran diferencia era que yo no veía a los chicos como los veían las de mi mismo sexo. Para mí los chicos eran mis amigos. Siempre estaba haciendo deporte con chicos, si iba al cine iba con chicos (pero siempre en plan colegas). Cada vez que una chica me veía con un amigo soltaba alguna palabra que intentaba ofenderme como marimacho o cosas peores.
Me envidiaban y por eso sentían odio hacia mí. Yo también las odiaba. Eran demasiado superficiales y por esa razón no quería pertenecer a su grupo. No quería ser una chica al cien por cien.

Sí, era rara. Y todos lo sabían. Aún así había una única excepción: Alice.
Alice era mi mejor y única amiga. Era como las demás chicas. Siempre estaba pensando en ropa y chicos, pero de algún modo u otro era diferente.
Jugaba conmigo en el equipo de fútbol. Éramos vecinas y era mi amiga desde que nacimos. Nacimos además el mismo días, el diecinueve de febrero de 1994.
Alice jamás había intentado convencerme para salir por las noches, ir a una fiesta de pijama y cosas así. Aunque no le faltaban ganas, pero sabía que yo era demasiado testaruda.
Alice nunca me había visto como un bicho raro. Por eso era especial, me quería tal y como era.

Como veis era bastante rara. Pero mi vida pronto dio un giro inesperado. Me convertí en algo mucho más raro.
Un sábado por la mañana fui marcada. ¿Qué quiere decir esto? Significa que en unos meses, en unos años o quien sabe si en unas horas yo me convertiré en una vampira adulta.

Siempre y cuando no muera en el intento.

Soy Nathalie Night, aunque al entrar en la casa de la noche pasé a llamarme Nadia Night. Para los amigos, soy simplemente N.